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El
shock anafiláctico es la más grave de todas las
reacciones alérgicas. Esta respuesta sistémica
causa inflamación en todo el cuerpo, con consecuencias
que ponen en riesgo la vida y en ocasiones son
fatales debido a la inflamación y estrechamiento
de las vías respiratorias, así como a la caída
súbita de la presión sanguínea.
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La
anafiláxis frecuentemente ocurre en personas alérgicas
especialmente a la penicilina, picaduras de insectos,
mariscos, maní o latex. La administración
inmediata de epinefrina (adrenalina) es esencial
en el tratamiento inicial de anafiláxis. |
DEFINICION
La anafilaxia se define como aquella reacción multisistémica
aguda, potencialmente fatal, debida a la liberación
de mediadores por parte de basófilos y mastocitos, a
través de un mecanismo IgE-mediado (reacción inmunológica
tipo I).
Se
llama reacción anafilactoide a aquella clínicamente
indistinguible de la anterior pero no desencadenada
por IgE. El shock anafiláctico es un shock distributivo
producido por la pérdida inicial de fluido intravascular
secundaria al aumento de permeabilidad vascular, vasodilatación
y depresión miocárdica.
CAUSAS
DEL SHOCK ANAFILACTICO
A) Reacciones IgE-mediadas:
Son
producidas por:
1) fármacos (principalmente antibióticos betalactámicos)
2) alimentos
3) veneno de himenópteros
4) proteínas humanas (insulina, proteínas séricas,
etc)
5) inmunoterapia con alergenos
6) látex
7) ruptura de quiste hidatídico; etc.
B)
Reacciones no IgE-mediadas.
Tienen lugar por los siguientes mecanismos:
1) liberación directa de mediadores: expansores, opiáceos,
fluoresceína, contrastes radiológicos, ejercicio,
etc;
2) alteración del metabolismo del ácido araquidónico:
AAS y otros AINE;
3) citotóxico: reacciones postransfusionales, anticuerpos
anti-IgA
La
presencia del agente causal en el organismo conduce
a la liberación de mediadores, de los cuales la histamina
es la responsable de la mayoría de los síntomas, actuando
a nivel de la musculatura lisa bronquial, gastrointestinal
y vascular de los diferentes órganos. Otros mediadores
(prostaglandinas, leucotrienos, linfoquinas, anafilotoxinas
y otros factores quimiotácticos) aumentan sus efectos
y amplifican la respuesta inflamatoria.
DIAGNOSTICO
Diagnóstico por sintomatología
Por
lo general, la sintomatología comienza antes de los
30 minutos de la exposición al agente causal, aunque
puede retrasarse horas.
- Los
signos o síntomas más frecuentes son los cutáneos
como la urticaria
o angioedema, aunque no siempre están presentes dificultando
esto el diagnóstico.
- Le
siguen en frecuencia los respiratorios (broncoespasmo,
edema de laringe),
- gastrointestinales
(náuseas, vómitos, diarrea)
- cardiovasculares
(hipotensión, cambios en el ECG y estado de shock).
En
términos generales, la gravedad de la reacción es mayor
cuanto menor sea el intervalo de tiempo exposición-reacción.
Es importante tener en cuenta la posibilidad de una
respuesta bifásica, que por lo general acontece entre
3 y 12 horas después de la reacción inicial, aunque
en ocasiones se manifiesta como una prolongación de
la misma.
Se
debe realizar el diagnóstico diferencial con:
- reacciones
vasodepresoras, en las que disminuye la tensión arterial
y que cursan con palidez y sin manifestaciones cutáneas;
-
síndrome carcinoide, que se manifiesta con rubor facial,
diarrea, dolor abdominal y trastornos cardiovasculares;
-
«síndrome del restaurante chino» por glutamato monosódico,
en el que puede existir rubor, taquicardia, cefalea,
náuseas y vómitos;
-
producción excesiva de histamina, como ocurre en la
mastocitosis sistémica, que se puede presentar con
eritema, taquicardia, prurito, cefalea, dolor abdominal,
diarrea e hipotensión, pero con las lesiones cutáneas
características;
-
otros tipos de shock
- varios:
epilepsia autonómica (rubor, taquicardia e incluso
hipotensión) y angioedema hereditario, que puede afectar
al tracto respiratorio superior e incluso cursar con
dolor abdominal.
Diagnóstico
por causas
La
identificación del agente causal suele ser fácil, dado
que el intervalo entre la exposición a un posible agente
y la respuesta clínica es breve. Los tests de provocación
con los agentes sospechosos en la anafilaxia están contraindicados.
TRATAMIENTO
1.
Suspensión del agente causal
Cuando
aún esté presente, se debe suspender el agente causal
y, si éste se administró por vía parenteral, colocar
un torniquete proximal al sitio de la inyección, aflojándolo
cada 3-5 minutos. Se puede también administrar adrenalina
sc. al 1/1.000 (1 amp. = 1 ml) 0,3-0,5 ml en el lugar
de la inoculación.
2.
Mantenimiento de la vía aérea
En
caso de edema laríngeo, hay que administrar adrenalina
sc. al 1/1.000 (0,3-0,5 ml), que se puede repetir 2-3
veces a intervalos de 15 a 20 minutos. Según el estado
del paciente y la gravedad del cuadro, se debe valorar
la intubación orotraqueal o traqueotomía. En caso de
broncoespasmo, si la adrenalina no ha producido suficiente
broncodilatación, deben emplearse los beta-2-adrenérgicos
inhalados, sc. o iv. Las teofilinas son siempre un tratamiento
de segunda elección.
3.
Soporte hemodinámico
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En
caso de shock, el mantenimiento de la tensión arterial
se realiza mediante la reposición de volumen (suero
salino, expansores del plasma, etc) y la administración
de adrenalina. |
Esta se emplea inicialmente por vía sc. o im., aunque
en casos graves puede utilizarse de forma intravenosa
en bolo (0,3-0,5 ml en 10 ml de salino a pasar lentamente),
repitiendo la dosis si se precisa, o incluso en infusión
(1 ml en 250 ml de suero glucosado al 5% a 1-4 mcg/min,
equivalente a 15-60 mcgotas/min), ajustando la dosis
según la tensión arterial. Si la vía iv. no es posible,
es útil la administración sublingual en su tercio posterior
(0,5 ml). En los pacientes intubados también es posible
el uso por vía endotraqueal (3-5 ml). En ocasiones es
preciso el empleo de dopamina para mantener las cifras
tensionales. Es necesaria la administración de oxígeno
para evitar la hipoxia tisular.
4.
Bloqueo del efecto de los mediadores
Se
realiza mediante antihistamínicos como dexclorfeniramina
(Polaramine®) 5 mg im. o iv. en 10-15 minutos, dosis
que se puede repetir cada 4-6 horas si persisten los
síntomas.
5.
Consideraciones
- El
empleo de glucocorticoides no produce efecto significativo
antes de las 6 horas de su administración, por lo
que no es útil en la fase temprana de la anafilaxia.
Se deben emplear para evitar una reacción bifásica
y/o la prolongación de los síntomas. Se emplean 6-metilprednisolona
(Urbasón®) 1-2 mg/kg o hidrocortisona (Actocortina®)
o dexametasona (Decadrán®), en dosis equivalentes,
repetibles cada 6 horas si es preciso.
- Los
pacientes betabloqueados son más resistentes al tratamiento;
en ellos se convierte en tratamiento de elección el
glucagón (efecto inotropo y cronotropo positivo),
en dosis de 1-5 mg en bolo iv. seguido de una infusión
de 5-15 mcg/minuto.
- El
empleo de anti-H2 puede ser útil.
- El
período de observación debe ser de un mínimo de 6
horas en los casos leves o moderados, valorando el
ingreso hospitalario en los más graves. Al alta se
debe recomendar tratamiento por vía oral con anti-H1
y corticoides durante los 3-5 días siguientes.
- En
pacientes con patología cardíaca, en caso de reacciones
graves y/o ante la administración de adrenalina, se
debe proceder a la monitorización cardíaca por la
posibilidad de arritmias
e incluso IAM.
PREVENCION
Y MEDIDAS GENERALES
1.
Identificar y evitar el agente causal: Para
ello es importante la obtención de una buena historia
clinica y el conocimiento de las reactividades cruzadas
y los fármacos alternativos. El paciente debe ser remitido
a un servicio de Alergología especializado.
2.
Autoadministración de adrenalina en los casos de anafilaxia
idiopática o de exposición accidental (picadura de himenópteros),
previa instrucción del paciente.
3.
Inmunoterapia en los casos de anafilaxia por veneno
de himenópteros.
4.
Empleo de medios contrastes de baja osmolaridad y pretratamiento
(antihistamínicos y corticoides) en los casos de reacciones
anafilactoides por contrastes radiológicos.
5.
Desensibilización a fármacos, en pacientes sensibles
y que precisen dicha medicación.
6. Corticoterapia de mantenimiento en los casos de anafilaxia
idiopática «maligna» (más de 6 episodios/año).
Septiembre
2000
Adaptado
de Merck Sharp & Dohme de España, S.A.
Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com
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