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CANCER DE SENO
1. ¿Qué saber del Cáncer de Seno?

DEFINICION

En todas las formas de cáncer, las células del cuerpo cambian y crecen sin control. La mayoría de las células cancerosas forman una protuberancia o masa llamada tumor. Las células del tumor pueden desprenderse y viajar a otras partes del cuerpo donde pueden seguir creciendo. Este proceso de propagación recibe el nombre de metástasis.

Cuando el cáncer se propaga, sigue manteniendo el nombre de la parte del cuerpo donde se originó. Por ejemplo, si el cáncer del seno (mama) se propaga a los pulmones, sigue siendo cáncer del seno, no cáncer del pulmón.


ANATOMIA DEL SENO
El cáncer de seno es uno de los fantasmas más reales que enfrenta la mujer y pese a que existen ciertos riesgos comprobados que predisponen a algunas a desarrollar la enfermedad, el 75 por ciento de las mujeres a las que se les detecta el mal no presenta ninguno de los riesgos conocidos.

Dentro del seno hay glándulas que producen y segregan leche después de que una mujer tiene un bebé. A las glándulas que producen la leche se les llama lóbulos y los tubos que las conectan al pezón se llaman conductos. El seno en sí está constituido por lóbulos, conductos y tejido adiposo, conectivo y linfático.

Si las células del cáncer del seno llegan a los ganglios linfáticos de la axila, pueden seguir creciendo y hacer que los ganglios se inflamen. Cuando las células cancerosas llegan a estos ganglios, también tienen más probabilidades de propagarse a otros órganos del cuerpo.


CLASES DE TUMORES

Hay varios tipos de tumores del seno. La mayoría son benignos, es decir, no son cancerosos. Estas protuberancias (masas o bultos) son causadas con frecuencia por cambios fibroquísticos. Los quistes son bolsas llenas de líquido, y la fibrosis se refiere a la formación de tejido conectivo o tejido cicatricial.

Los cambios fibroquísticos pueden hacer que el seno se inflame y duela. Los senos pueden presentar protuberancias y, a veces producen una secreción clara o ligeramente oscura en el pezón. Los tumores benignos del seno son crecimientos anormales, pero no se propagan fuera del seno ni constituyen una amenaza para la vida.

El cáncer del seno implica la presencia de tumores malignos. A continuación se presentan algunos términos que describen los tipos más comunes de cáncer del seno:

1. Carcinoma ductal in situ (DCIS, por sus siglas en inglés): Éste es el cáncer del seno en sus primeras etapas (etapa 0). Está confinado a los conductos. Cerca del 100% de las mujeres con cáncer en esta etapa se pueden curar. La mejor forma para detectar un carcinoma ductal in situ es con una mamografía.

2. Carcinoma ductal infiltrante (o invasivo) (IDC): Este cáncer se inicia en un conducto mamario y al atravesar la pared del conducto, invade el tejido graso del seno. De ahí se propaga a otras partes del cuerpo. El carcinoma ductal infiltrante es el tipo más común de cáncer del seno. Es responsable de alrededor del 80% de los casos de cáncer del seno.

3. Carcinoma lobular in situ (LCIS): Un tumor que no se ha propagado más allá del área en que comenzó se llama in situ. Aunque no es un cáncer verdadero, el carcinoma lobular in situ aumenta el riesgo de una mujer de desarrollar cáncer más tarde. Por este motivo, es importante que las mujeres con carcinoma lobular in situ se hagan un examen físico dos o tres veces al año, así como una mamografía todos los años.

4. Carcinoma lobular infiltrante (o invasivo) (ILC): Este cáncer comienza en las glándulas mamarias (lóbulos). Puede propagarse a otras partes del cuerpo. Entre el 10% y el 15% de los tumores cancerosos del seno son de este tipo.

INCIDENCIA DEL CANCER DE SENO

Con la excepción del cáncer de la piel, el cáncer del seno es el más común entre las mujeres. Es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres, después del cáncer del pulmón.

Los índices de mortalidad por cáncer del seno disminuyeron significativamente de 1992 a 1996, con la mayor disminución en las mujeres más jóvenes, tanto blancas como negras. Esta disminución probablemente sea resultado de una mejor detección y las mejoras en los tratamientos a nuestro alcance.

CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

No se sabe con exactitud qué causa el cáncer del seno, pero sí se sabe que ciertos factores de riesgo están relacionados con la enfermedad. Algunos factores de riesgo, tales como fumar, se pueden controlar. Otros, como la edad de una persona o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar. Aunque todas las mujeres tienen riesgo de desarrollar cáncer del seno, los factores que se mencionan a continuación pueden aumentar las probabilidades de que una mujer tenga la enfermedad.

Factores de riesgo que no se pueden cambiar

Sexo: El simple hecho de ser mujer es el principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer del seno. El cáncer del seno puede afectar a los hombres, pero esto es bastante raro.

Edad: El riesgo de que una mujer desarrolle un cáncer del seno aumenta con la edad.

Factores de riesgo genéticos: Entre el 5% y el 10% de los tumores cancerosos del seno parecen estar relacionados con cambios (mutaciones) en ciertos genes. Los estudios muestran que algunos tumores cancerosos del seno están relacionados con cambios de los genes BRCA1 y BRCA2. Si una mujer ha heredado un gen mutado de uno de los padres, tiene más posibilidades de desarrollar un cáncer del seno. Aproximadamente del 50% al 60% de las mujeres que han heredado estos cambios desarrollarán cáncer del seno antes de los 70 años.

Antecedentes familiares: El riesgo de cáncer del seno es más alto entre las mujeres cuyos familiares consanguíneos cercanos tienen esta enfermedad. Los familiares consanguíneos pueden ser lo mismo de la rama materna que paterna. Tener una madre, hermana o hija con cáncer del seno casi duplica el riesgo de una mujer.

Antecedentes personales de cáncer del seno: Una mujer con cáncer en uno de los senos tiene un riesgo mayor de desarrollar un nuevo cáncer en el otro seno. Esto es diferente a una recurrencia (reaparición) del primer cáncer.

Raza: Las mujeres blancas son ligeramente más propensas a desarrollar un cáncer del seno que las mujeres de la raza negra. Pero las mujeres de la raza negra tienen más probabilidades de morir de este tipo de cáncer. Las mujeres asiáticas e hispanas tienen menor riesgo de desarrollar un cáncer del seno.

Antecedentes de tratamientos de radiación: Las mujeres que recibieron radioterapia en el área del pecho cuando eran niñas o jóvenes tienen un riesgo significativamente mayor de cáncer del seno.

Antecedentes de biopsia del seno: Ciertos tipos de resultados anormales en la biopsia pueden estar relacionados con un riesgo ligeramente más alto de cáncer del seno.

Períodos menstruales: Las mujeres que comenzaron a menstruar (la regla) a una edad temprana (antes de los 12 años) o que pasaron por el "cambio de vida" (menopausia) después de los 50 años, tienen un riesgo ligeramente más alto de cáncer del seno. Lo mismo sucede a las mujeres que no han tenido hijos, o que tuvieron sus primeros hijos después de los 30 años de edad.

Los estilos de vida y el riesgo de cáncer del seno

Pastillas anticonceptivas: Aún no está clara la función que pudieran desempeñar las píldoras para el control de la natalidad en el riesgo de cáncer del seno. Un estudio reciente halló que las mujeres que actualmente usan píldoras para el control de la natalidad tienen un riesgo ligeramente mayor de cáncer del seno. Las mujeres que dejaron de usar las píldoras hace más de diez años no parecen tener ningún aumento en el riesgo. Las mujeres deben analizar los riesgos y beneficios de las pastillas anticonceptivas con su médico.

Terapia de reemplazo de estrógeno: Algunos estudios sugieren que el uso a largo plazo (10 años o más) de la terapia de reemplazo de estrógeno (a veces llamada terapia de reemplazo de hormonas) para aliviar los síntomas de la menopausia, puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer del seno. Un estudio reciente halló que el uso a largo plazo tanto de estrógeno como de progestina puede aumentar el riesgo de cáncer del seno cuando se compara con el riesgo de las mujeres que usan estrógeno solo. El riesgo sólo es aplicable a aquellas mujeres que la han usado recientemente, así como a las que la usan en la actualidad. El riesgo de cáncer del seno de una mujer vuelve a ser el de la población general al cabo de 5 años de haber descontinuado la terapia de reemplazo de estrógeno. La terapia de reemplazo también reduce el riesgo de sufrir ataques cardiacos y fracturas óseas; por consiguiente, las mujeres deben hablar con sus médicos acerca de los riesgos y beneficios de la terapia de reemplazo de estrógeno.

No haber amamantado bebés: Algunos estudios sugieren que la lactancia materna puede disminuir ligeramente el riesgo de cáncer del seno, en especial si ésta continúa durante 1.5 a 2 años. Otros estudios no hallaron impacto alguno en el riesgo de cáncer del seno.

Alcohol: El consumo de alcohol está claramente vinculado al aumento del riesgo de desarrollar cáncer del seno. Las mujeres que consumen un trago de bebida alcohólica al día tienen un pequeñísimo aumento del riesgo, y las que consumen de 2 a 5 tragos diarios, tienen alrededor de 1.5 veces el riesgo de las mujeres que no toman alcohol. La Sociedad Americana del Cáncer le recomienda limitar el consumo de alcohol, si es que usted consume bebidas alcohólica.

Dieta: Parece haber una relación entre el exceso de peso y un riesgo más alto de cáncer del seno, especialmente para las mujeres después de la menopausia. Sin embargo, la relación entre el peso y el riesgo de cáncer del seno es compleja. Por ejemplo, el riesgo parece ser mayor para las mujeres que aumentaron de peso siendo adultas, pero no para las que tenían exceso de peso desde la infancia. Los estudios sobre la grasa en la dieta y su relación con el riesgo de cáncer del seno han dado con frecuencia resultados contradictorios. Muchos estudios de mujeres en los Estados Unidos no han hallado que el riesgo de cáncer del seno esté relacionado con la ingestión de grasa en la dieta. Por otra parte, hay evidencia de que el cáncer del seno es menos común en los países en los que la dieta típica tiene un bajo contenido de grasa. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor el impacto de la ingestión de grasa y del peso corporal en el riesgo de cáncer del seno. Pero, debido a que se ha demostrado que la dieta y el peso afectan el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer y de enfermedades cardiacas, la Sociedad Americana del Cáncer le recomienda que mantenga un peso saludable y limite su ingestión de alimentos con alto contenido de grasa, particularmente los de origen animal.

Ejercicio: El ejercicio y el cáncer constituyen un área de investigación relativamente nueva. Algunos estudios indican que el ejercicio realizado en la juventud pudiera proporcionar protección a largo plazo contra el cáncer del seno, y que incluso la actividad física moderada, de adulto, puede reducir el riesgo de cáncer del seno. Se están realizando investigaciones adicionales para confirmar estos hallazgos.

Factores que no afectan el riesgo de cáncer del seno

Aborto inducido: Un estudio reciente indicó que los abortos inducidos (provocados) no aumentan el riesgo de cáncer del seno. Además, la mayoría de los estudios tampoco muestran relación directa entre los abortos espontáneos y el cáncer del seno.

Fumar: Aunque no se ha hallado una relación directa entre el hábito de fumar cigarrillos y el cáncer del seno, fumar afecta la salud en general y aumenta el riesgo de desarrollar muchos otros tipos de cáncer, así como enfermedades cardiacas. Las mujeres que fuman deben hacer todo lo posible por dejar de hacerlo.

Medio ambiente: En estos momentos, las investigaciones no muestran claramente la existencia de un vínculo entre el riesgo de cáncer del seno y el contacto con contaminantes del medio ambiente, tales como los pesticidas. Se han hecho muchas investigaciones en esta área, las cuales continúan.

Antitranspirantes y sostenes: Rumores recientes que circulan en los correos electrónicos de Internet han sugerido que los antitranspirantes (desodorantes) que se aplican debajo del brazo y los sostenes con alambre impiden la circulación linfática y aumentan el riesgo de cáncer del seno. No hay evidencia que apoye esta idea.

siguiente

CANCER DE SENO:

Agosto 2000

Adaptado de la publicación de la American Cancer Society
" Centro de Recursos contra el Cáncer de Seno "

Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com

 
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