ANTECEDENTES
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La
sexualidad esta presente en todos nosotros aún
antes de nacer. Conocer su proceso y desarrollo
nos ayudará a verla como algo natural y
debe ser enseñada al niño para asegurarle
un futuro sano y feliz.
Nadie
discute la sexualidad de los adolescentes, que
son verdaderas locomotoras.
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No
obstante, para muchos la sexualidad infantil sigue siendo
un mal sueño, aunque deber�a ser considerada como
una realidad feliz.
Ni
que decir tiene la enorme dificultad y problemas que
existen en la investigaci�n de la sexualidad infantil.
Los ni�os no se prestan a una f�cil observaci�n y menos
a las experiencias, teniendo en cuenta los condicionantes
�ticos que implican un elevado riesgo en el campo de
la sexualidad.
Seria
hablar de t�picos en la sexualidad el recordar a Freud.
De sus teor�as -hace casi un siglo- solo debe quedar
un reconocimiento respetuoso, no irreverente. En la
sociedad vienesa puritana de principios de siglo, Freud
supo ventilar con acierto una cuesti�n soterrada: la
sexualidad infantil, sacudi�ndola del tufillo victoriano
para renovarla con aires hedonistas.
Seg�n
un dise�o evolutivo, a partir del momento del nacimiento
se inicia un largo periodo de aprendizaje, inmerso en
el proceso global de socializaci�n, enmarcado dentro
del continuum del desarrollo infantil.
En
la infancia, la interacci�n biosocial dar� lugar a un
conjunto ordenado y progresivo de aprendizajes por etapas,
con periodos cr�ticos de mayor sensibilidad. Con un
orden semejante para todos los ni�os, pero con ritmos
diferentes de uno a otro. No debemos olvidar la gran
plasticidad y polimorfismo del ni�o.
La
conducta sexual es una conducta aprendida y aprehendida
del entomo ambiental. Cognitivamente, los ni�os perciben
o descubren, organizan o interpretan toda la informaci�n
sexual (exterior o interior). Memorizan, reflexionan
y, posteriormente, disciernen.
Los
ni�os y ni�as maduran corporal, sensorial y socialmente,
integrando lo sexual en su personalidad. Pasaran
del conocimiento de su imagen corporal a la sensaci�n,
y de la sensaci�n experimentada /imaginada a las
sensaciones deseadas. |
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Cada
grupo social dise�a y condiciona un comportamiento y
un aprendizaje sexual. La comunidad tiene una tendencia
a conformar y homogeneizar las conductas sexuales, aprobando
o reprobando valores y comportamientos. El ni�o experimentara,
sobre el comportamiento emocional-sexual y social-sexual,
los efectos de estas normativas (aprobar o desaprobar).
En cualquier caso, el resultado de estas influencias
e interacciones con las experiencias personales, a trav�s
de la infancia y posterior adolescencia, estructuraran
el comportamiento sexual adulto, que ser� siempre personalizado
y biogr�fico.
HITOS
DEL DESARROLLO SEXUAL INFANTIL
1.
Tipificación:
Es decir, el aprendizaje de la identidad sexual y los
papeles masculino y femenino. Los fundamentos de la
tipificaci�n sexual se adquieren en el hogar y los coet�neos
y maestros act�an como moduladores y, en cierta manera,
de reforzadores. Por su parte, los padres y el entomo
socio familiar estimulan activamente y recompensan las
respuestas propias del sexo de la criatura. Tampoco
se debe despreciar el papel socializador-sexual de la
televisi�n y otros medios informativos.
2.
Orientaci�n sexual:
Es el aprendizaje de las acciones conductuales-comportamentales
que llevan al ni�o al descubrimiento del placer (auto,
hetero u homoestimulatorias). Son acciones de investigaci�n
y experimentaci�n, por m�todo ensayo-error, relacionadas
espec�ficamente con la conducta sexual y el eros, donde
ciertamente puede existir un verdadero polimorfismo.
Para llegar a la comprensi�n de estas acciones es necesario
apelar a la definici�n de Ford y Beach, para quienes
conducta sexual es toda acci�n o cualquier actividad
del ser viviente que involucre la estimulaci�n y excitaci�n
de sus �rganos sexuales.
3.
Complementaci�n:
Descubrir el amor y ser amado, la intimidad y la capacidad
de comunicaci�n, las relaciones interpersonales. El
como enriquece la sexualidad las relaciones humanas.
En resumen, los ni�os y ni�as tambi�n aprenden la din�mica
de la afectividad, atracci�n y enamoramiento.
El
conocimiento de todas las pautas de desarrollo sexual
durante la infancia es b�sico para que los padres (o
los que vayan a serlo alg�n d�a) ayuden a sus hijos
a aceptar la sexualidad sin traumas ni precipitaciones.
ETAPAS
DE LA SEXUALIDAD INFANTIL
Estas
perspectivas, clasificadas por edades, de las manifestaciones
de la sexualidad infantil son las siguientes:
La
sexualidad hasta los 2 anos de edad
Ecogr�ficamente,
se demuestra que el feto masculino tiene erecciones
reflejas (Master, 1980; Calderone, 1983). En las ni�as
reci�n nacidas se han comprobado erecciones clitorideas
en el transcurso de las primeras horas del nacimiento
(Langfeld, 1981). Parece claro que los mecanismos de
la respuesta sexual est�n presentes desde la lactancia.
En
1948, Kinsey y su equipo informaron que nueve ni�os
de menos de un a�o experimentaban cambios fisiol�gicos
parecidos a un orgasmo despu�s de la autoestimulaci�n
de sus genitales. Tambi�n se daba en las ni�as bajo
diversas formas (Kinsey, 1953; Bakwin, 1974). Todo ello
lo he podido corroborar en mi dilatada experiencia en
este campo a trav�s de m�ltiples consultas de padres
de ni�os sanos y normales.
La
placentera intimidad entre los padres y el peque�o ayuda
a conocer las sensaciones y la afectividad. Un bebe
privado de tales practicas puede, en el futuro, tener
problemas sexuales (Harlow, 1972; Money, 1980).
Los
ni�os responden con se�ales de excitaci�n sexual a los
m�ltiples focos de sensaciones f�sicas (Kolodny et alt.,
1982). Se citan el amamantamiento, el ba�ar al bebe,
el empolvarlo, cambiar panales, acariciarlo. No hay
que reprimir ni reprobar tales respuestas.
Siguiendo
las leyes del desarrollo, Kaplan afirma que los lactantes
dan muestras de alborozo cuando se estimulan sus genitales
y, por su parte, Bakwin afirma que los bebes se muestran
contrariados cuando se intenta interrumpir esa practica.
Al cumplir el a�o de edad, el ni�o juega con sus genitales
al estar desnudo o al ba�arlo. Nadie debe alarmarse,
ya que estos actos denotan una evoluci�n completamente
normal. A continuaci�n, voy a proponer algunas observaciones
sobre algunos casos personales:
Ana
Av. Desde los 18 meses de edad, masturbaci�n preferente
con un osito peludo, colocado en la entre pierna. Movimientos
de vaiv�n de nalgas y caderas, con el osito apretado
con la mano. Queda tensa, roja y sudorosa. "Lo hace
a veces para dormirse", manifiestan sus padres.
Gerard
Pf. Edad: 18 meses. Juega con el pene. Erecci�n y movimientos
p�lvicos. Tensi�n y abstracci�n sensorial. Relax posterior.
La
sexualidad de los 2 a los 5 anas de edad
Es extremadamente importante que entre los 2-3 anos
de edad, todo ni�o haya establecido un perfil claro
de su identidad sexual e inicie un aprendizaje de los
papeles. Es una fase de alta curiosidad, desde la anatom�a
diferencial de los sexos hasta las sensaciones de placer
que producen. Se interrogan sobre reproducci�n, juegan
a m�dicos; y observan las relaciones sexuales entre
adultos, propia familia, televisi�n y animales, pudiendo
llegar incluso a relaciones de tipo homo y heterosexual,
con ni�os mayores (6 a 9 anos).
Entre
mis observaciones personales se pueden resumir las siguientes:
Zaida PC. A los 28 meses de edad inicia la masturbaci�n
con fricci�n manual del cl�toris. Queda roja, sudorosa;
hay tensi�n muscular y movimientos pelvianos de contoneo.
Luego, al rato, lasitud y se duerme. Sira M. S. Edad:
5 anos. Masturbaci�n con mu�ecos colocados entre las
piernas. Tambi�n con almohadas. Descubierta en una habitaci�n
con sus primos, de 7 anos, intentando hacer amago de
acto sexual.
La
sexualidad en la edad escolar (desde los 6 anos hasta
antes de la pubertad)
Se caracteriza por los juegos que facilitan la exploraci�n
sexual; pasatiempos de simple inspecci�n ocular, tocamientos,
besos, frotaci�n e inserci�n de objetos en recto o vagina
e, incluso, intentos de actos sexuales de tipo coito
o sexo oral. Tanto de tipo hetero como homosexual.
Casi
todos los ni�os tienen ocasi�n de haber participado
en entrenamientos de este tipo. Kinsey refer�a en su
estudio que hasta un 45% de ni�as hab�a participado
en ellos. En encuestas mas recientes, se incrementa
este porcentaje hasta un 80%, incluyendo recreos de
tipo homo, heterosexual o entre hermanos en privado
(Kolodny, 1980).
Es
un periodo de fantas�as sexuales y enamoramientos. Por
lo general, estos contactos ense�an al nino a relacionarse
con los dem�s y son importantes con vistas al ajuste
psicosexual de la etapa adulta (Money, 1980). Todo ello
es valido para los escarceos o juegos homosexuales,
que no significan que el ni�o, en su edad adulta, tenga
que mostrar una orientaci�n homosexual. El contacto
er�tico a esta edad entre hermanos no puede conceptuarse
de conducta incestuosa, sino de juego er�tico.
No
es positivo que los padres reaccionen con alarma u hostilidad
ante el descubrimiento de estos juegos-escarceos-sexuales
de sus hijos. Es mas efectivo y sano un enfoque realista,
que conlleve comprensi�n y una educaci�n sexual adaptada
a la edad del ni�o.
Tomado
del Libro de la Sexualidad de "El Tiempo"
Diciembre 2000
Natalia
Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com
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