La
Lactancia ayuda a estimular la Inteligencia
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Dic.
15, 2000 - La leche materna es la prolongación de
la confortable vida intrauterina: protege, alimenta
y garantiza la continuidad del intenso vínculo iniciado
nueve meses atrás. Pero además enciende el motor
del sistema nervioso central y sus consecuencias
perduran. A esta conclusión llegaron investigadores
de la Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina,
tras analizar los efectos de la lactancia en el
desarrollo cognitivo. |
El
estudio Clasyd (Córdoba, lactancia, alimentación, crecimiento
y desarrollo) realizado por un equipo multidisciplinario
integrado por médicos, nutricionistas y psicólogos recorrió
el crecimiento de 119 niños durante cinco años. Los
pequeños fueron sometidos a diversos tests de desarrollo
psicosocial e inteligencia a los 6, 12, 24, 36, 48 y
60 meses. "Según nuestros resultados la lactancia favorece
el rendimiento intelectual, sin llegar a convertirse
en una vacuna contra alguna deficiencia mental", define
Ana María Frassoni, psicóloga del equipo.
¿Cuál
es el secreto?
"Durante
los últimos seis meses de gestación y los primeros de
existencia extrauterina la multiplicación celular hace
que el cerebro crezca a gran velocidad y para ello tiene
una elevada demanda de ácidos grasos esenciales. La
leche humana está adaptada a estas necesidades", define
Laura Pascual, docente de la cátedra de histología,
embriología y genética de la Universidad de Córdoba
y co-autora de la investigación.
Estos
componentes que intervienen en la maduración del sistema
nervioso son "las grasas esenciales, es decir los ácidos
grasos esenciales -ácido linoleico y alfa linolénico
y sus derivados", dice Eduardo Siguel, investigador
argentino del National Center for Nutrition and Fatty
Acid Research, en Estados Unidos. Y asegura que la madre
tiene que comer muy bien durante todo el embarazo para
que el bebé nazca con suficientes recursos nutritivos.
Cuando
el niño empieza a comer, Siguel recomienda incluir vegetales
y carnes, no tanto pan y pastas, además de tomar aceite
de soja, que reemplaza a los ácidos grasos esenciales
que suelen ser insuficientes en los alimentos para bebés.
No obstante, la lactancia debe ser exclusiva hasta los
seis meses "y conviene no suspenderla hasta los dos
años, porque en el segundo año sigue aportando la tercera
parte de los nutrientes esenciales", opina Fernando
Vallone, responsable del programa de Lactancia Materna
del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en Argentina.
"Al mamar el niño recibe todo lo que necesita desde
el punto de vista nutricional e inmunológico, mientras
cubre las necesidades afectivas y vinculares", concluye
Vallone.
Otros
factores
La
química de la lactancia incluye, según los especialistas,
algo más que componentes nutricionales que ninguna leche
maternizada pudo superar. Aunque el estudio cordobés
define una clara tendencia que marca mayores índices
de inteligencia en los niños amamantados, "no podemos
dejar de lado otros factores, como el nivel cultural
de los padres", advierte Pascual. Y asegura que, en
ese sentido, sus resultados coinciden con un estudio
realizado por Sandra y Joseph Jacobson, de la Universidad
de Wayne, en Estados Unidos.
En
un artículo publicado en Pediatrics en mayo de 1999,
los autores detectaron que bebés prematuros alimentados
a pecho mostraban a los cuatro y once años coeficientes
de inteligencia superiores a sus pares que sólo habían
recibido lactancia artificial. Sin embargo, los Jacobson
concluyeron que este superávit en el neurodesarrollo
no se debía exclusivamente a los nutrientes de la leche
materna sino a factores genéticos y socioambientales,
tales como la estimulación constante recibida por estos
chicos. Según Jacobo Sabulsky, titular de la cátedra
de nutrición de la Universidad de Córdoba y participante
en la investigación, la lactancia materna se constituye,
entonces, en un factor extra de protección entre los
chicos pertenecientes a los sectores sociales más desprotegidos,
ya que allí la presencia y estimulación de los padres
no es un valor constante.
Enero
2001
Tomado
de CNN en Español - Salutia
Natalia
Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com
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