COMPONENTES PSICOLÓGICOS DE LA SEXUALIDAD
La sexualidad humana difiere en forma notable de aquella de las demás especies en cuanto a que está regida no solamente por factores biológicos y fisiológicos, sino que tiene una gran influencia de factores psicológicos y sociales que la van moldeando desde las primeras etapas de la existencia dando como resultado una diversidad de patrones, conductas, costumbres y también disfunciones propias del ser humano.
La mayoría de las especies animales desarrolla su comportamiento con base en patrones fijos de conducta que están ya presentes desde el nacimiento. Esta predeterminación supone también una cierta incapacidad para realizar procesos de remodelación o de adaptación al entorno ya que existe un desarrollo prematuro de ciertas estructuras neurofisiológicas. La embriología animal deja muy poco a la acción de factores extraembrionarios lo que a su vez presupone una pérdida de libertad determinar comportamientos a lo largo de la vida.
El hombre es el animal con menor predeterminación biológica al momento de nacer y por consiguiente, su comportamiento futuro es bastante maleable. Puede decirse que mientras los animales vienen equipados con programas predeterminados desde antes de su llegada al mundo, en el hombre sucede todo lo contrario.
Aunque la identidad sexual de un niño esta predeterminada antes del nacimiento por factores cromosómicos como el sexo genotípico y la apariencia física de los genitales externos, los factores postnatales influencian de manera prominente la forma como los niños llegan a percibirse a si mismos desde el punto de vista sexual.
En el hombre, la actividad instintiva esta entreverada con aspectos cognoscitivos, de forma que en él, la inteligencia y el instinto establecen relaciones de colaboración y discrepancia.
El psicoanálisis afirma que la represión del instinto sexual conduce a la neurosis. De alguna manera, en esta proposición esta latente la consideración de este instinto como un acto reflejo que debe ser en cualquier caso satisfecho. El psicoanálisis, sin embargo, nada dice sobre los psicópatas sexuales, que a fuerza de no reprimir jamás esta tendencia, y entregándose a una actividad repetitiva y sin sentido, degradan sus propias tendencias hasta lo patológico.
En el hombre, la independencia y autonomía de la conducta sexual respecto de las circunstancias estimulantes están muy desarrolladas. Es el único ser en el que se cumple de modo pleno la capacidad de emitir respuestas, sin que exista ningún estimulo que las incite. El ser humano puede crearse estímulos propios a través de la fantasía y de las representaciones. Esto es así, porque cada hombre percibe las condiciones estimulantes de modos diversos según su propia idiosincrasia selectiva.
Octubre 2000
Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora Contusalud.com