PRIMEROS AUXILIOS: QUEMADURAS
La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo con el calor. Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental, laboral o doméstico, especialmente en niños.
Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes, productos cáusticos (químicos), electricidad y por el sol.
Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico. Conociendo adecuadamente la etiología y la fisiopatología del quemado podremos estar en capacidad de hacer un tratamiento preventivo de las múltiples complicaciones y secuelas que pueden presentarse en estos pacientes.
VALORACIÓN Y CLASIFICACIÓN:
Se realiza en base a dos parámetros: Extensión de la superficie corporal quemada y Grado de profundidad de la quemadura.
1. EXTENSION:
Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la regla de los nueve de Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del adulto en 11 áreas, cada una de las cuales supone el 9%, o un porcentaje múltiplo de nueve, con relación a la superficie corporal total. De esta forma se estima de la siguente manera: (En el niño la proporción es distinta)
TABLA
AREA PORCENTAJE NIÑO PORCENTAJE ADULTO
Cabeza y cuello 18% 9%
Cada extremidad superior 9% 9%
Cara anterior de tórax y abdomen 18% 18%
Espalda y nalgas 18% 18%
Cada extremidad inferior 13% 18%
Genitales l% l%
Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano supone un 1% de la superficie corporal total.
2. PROFUNDIDAD:
Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres tipos:
Primer grado: muy superficiales, destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente, por un eritema (enrojecimiento) que palidece a la presión, es dolorosa y no se asocia con evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas.
Segundo grado: destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático (ampollas) y tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas.
Tercer grado: destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados, la piel está carbonizada. Son indoloras y no palidecen por la presión.
PRIMEROS AUXILIOS EN EL LUGAR DE LA QUEMADURA
Primer grado
-Refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados.
-Beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano.
-Observación
Segundo grado
-Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos.
-Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos,
-Posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera:
-Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril.
-Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico.
-Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección.
-Valoración médica y observación.
Tercer grado
-Apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse
-Lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos
-NO retirar los restos de ropa
-NO se deben reventar las ampollas que aparezcan
-NO dar pomadas de ningún tipo
-Envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua
-Trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario.
SOPORTE VITAL: MEDIDAS GENERALES DE TRATAMIENTO
El tratamiento inmediato del quemado es muy similar al que se realiza con el paciente politraumtizado, aunque con algunas peculiaridades que es importante conocer ya que son totalmente específicas de este tipo de pacientes.
1. Lo primero que tenemos que hacer es parar el proceso de la quemadura, se evacuará al paciente del lugar del siniestro, controlando todos los restos de llamas que existan en sus ropas, procediendo inmediatamente a desvestirlo.
2. Aplicaremos agua sobre la superficie quemada, limitándose al empleo de agua fría a pequeñas áreas durante periodos de tiempo no superiores a 5 o 10 minutos para evitar la hipotermia.
3. A continuación manejaremos al paciente como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la vía aérea y su estado respiratorio. Buscar si hay signos clínicos de obstrucción de la vía aérea y/o de quemadura inhalatoria.
4. A todo paciente con quemaduras extensas o que se asuma que haya inhalado "humos" se le administrará Oxigeno al 45%. Si el paciente presenta pérdida de vello nasal, quemaduras faciales, de la úvula, orofaríngeas, de la vía aérea superior y ha sido encontrado en área cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación.
5. Líquidos endovenosos: se basa en la administración de solución Ringer-Lactato a ritmo rápido, puesto que la pérdida de la piel desequilibra el medio interno produciendo una gran pérdida de plasma, agua y electrolitos.
6. Otro aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación según la valoración inicial. Se administra generalmente Meperidira o Morfina siempre por vía parenteral. Si es necesaria una mayor sedación se puede administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes muy ansiosos.
Diciembre 2000
Adaptado de Primeros Auxilios - G.T. Náutica
Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.
Editora ConTuSalud.com