EL ASMA EN LOS NIÑOS

El asma es la enfermedad crónica grave más común de la infancia, que se caracteriza por tos, pecho apretado, falta de aliento y silbido al respirar. Es una causa muy común de consulta médica.

Ocurre por aumento de la reactividad de traquea y bronquios a varios estímulos lo que produce estrechamiento generalizado de las vías respiratorias. Estos cambios son reversibles en forma espontánea o con tratamiento.

En bebés y niños, el asma puede aparecer como tos, respiración rápida o ruidosa, o congestión del pecho, sin los otros síntomas que se manifiestan en los adultos.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico y el control adecuados del asma infantil requiere que el médico reconozca las características especiales del asma infantil. Para efectuar un diagnóstico, el médico considera: los antecedentes familiares del niño en cuanto a asma y alergias así como antecedentes médicos personales, los cuales a menudo da uno de los padres en vez del niño; alérgenos e irritantes a los cuales está expuesto el niño; frecuencia y gravedad de los síntomas; otros factores tales como infecciones respiratorias, que pueden considerarse como explicaciones del silbido; medidas objetivas de la respiración, generalmente mediante el uso de una máquina llamada espirómetro.

Signos y Síntomas

En los niños, los síntomas de asma pueden interferir con muchas actividades escolares y extracurriculares. Los padres pueden notar que su hijo tiene menos energía que sus pares al jugar, o pueden notar que el niño trata de limitar o evitar las actividades físicas para no toser o silbar, lo cual ocurre cuando el aire debe pasar por las vías respiratorias estrechadas típicas del asma.

La respiración normal debe ser silenciosa; un niño con asma respira ruidosamente. A menudo los niños no identifican como tales las señales más sutiles del asma, como el pecho apretado, porque están acostumbrados a vivir así. Muchas veces, los ataques repetidos o constantes pueden ser el único síntoma observable en los niños pequeños. Hasta el 80% de los niños con asma desarrolla síntomas antes de los cinco años. Por lo tanto, el médico del niño debe confiar especialmente en las observaciones de los padres para determinar los síntomas del asma y realizar el diagnóstico correcto.

Algunos niños silban al respirar por infecciones respiratorias, las cuales pueden desaparecer al crecer. Para diferenciar entre estas infecciones y el asma puede necesitar pedirle a un médico experimentado que observe al niño en sus primeros años de vida para determinar si persisten los episodios de silbido o se resuelven en algunos años. La persistencia del silbido al respirar puede indicar asma, la cual puede tratarse tan pronto sea posible para evitar futuras complicaciones y efectos de largo plazo.

El asma puede también desencadenarse debido a antecedentes familiares de alergia y la exposición del niño a los alérgenos (cualquier sustancia que puede desencadenar una alergia).

FACTORES DESENCADENANTES

Los alérgenos comunes son:

Los excrementos de ácaros del polvo y cucarachas,caspa animal (escamas de piel muerta),polen, moho, medicamentos, alimentos,

Otros factores irritantes:

Infecciones virales o sinusales, ejercicio, reflujo gastroesofágico, ansiedad emocional, rinitis alérgica, humo de cualquier fuente, sustancias químicas en el aire, vapores, gases, olores fuertes de pinturas, perfumes, limpiadores, polvo de tiza, carbon o talco.

Condiciones metererológicas cambiantes, tales como cambios de temperatura y humedad, presión barométrica o vientos fuertes

Las infecciones virales tales como resfriados o neumonías virales pueden desencadenar o agravar el asma, especialmente en niños pequeños. Estas infecciones pueden irritar las vías respiratorias, la nariz, garganta, los pulmones y los senos nasales, además esta mayor irritación a menudo desencadena ataques de asma.

Por otro lado, la sinusitis (una inflamación de las cavidades que se hallan alrededor de los ojos y detrás de la nariz) puede desencadenar el asma. Los síntomas de sinusitis pueden incluir silbido al respirar, goteo postnasal, tos, dolores de cabeza, presión o dolor sinusal, o nodos linfáticos agrandados. El exceso de drenaje de mucosa en la nariz, garganta y tubos bronquiales causado por la sinusitis puede desencadenar o agravar el asma.

El ejercicio físico extenuante también puede desencadenar ataques. El hecho de respirar por la boca, hacer ejercicio en el aire frío y seco o hacer actividades extenuantes o prolongadas tal como correr distancias medianas a largas puede aumentar la probabilidad del asma inducida por el ejercicio.   

La enfermedad de reflujo gastroesofágico, un trastorno en que fluye ácido estomacal hacia arriba por el esófago, afecta hasta al 89% de los pacientes con asma. Los síntomas incluyen acidez estomacal grave o repetida, eructos, asma nocturna, mayores síntomas de asma después de comidas o ejercicio, o frecuente tos y ronquera. El tratamiento del reflujo esofágico es a menudo beneficioso también para los síntomas del asma.

Algunos adultos con asma pueden experimentar un ataque de asma a consecuencia de tomar ciertos medicamentos. Estos pueden incluir la aspirina u otros fármacos anti-inflamatorios sin esteroides, tales como ibuprofeno; y beta-bloqueadores (utilizados para tratar enfermedades cardíacas, hipertensión o migrañas). Hasta el 19% de los pacientes adultos con asma experimenta sensibilidad a la aspirina o a los fármacos anti-inflamatorios sin esteroides. Antes de tomar algún medicamento sin receta, los asmáticos deben consultar a sus médicos.

Para alrededor del 6-8% de los niños con asma, comer ciertas comidas o diversos aditivos de alimentos puede desencadenar síntomas de asma. Entre los culpables cabe mencionar la leche, los huevos, mani, las nueces de árboles, el trigo, el pescado y los mariscos. Si alguno de estos alimentos desencadena ataques de asma, el mejor remedio es evitar comerlo.

Los factores emocionales por sí solos no pueden provocar el asma. Sin embargo, la ansiedad y la tensión nerviosa pueden causar fatiga, lo cual también puede aumentar los síntomas de asma y agravar un ataque. Al igual que con cualquier otro trastorno crónico, son importantes los factores como el descanso, la nutrición y el ejercicio adecuados para el bienestar general y pueden ayudar a controlar el asma.

Si sospecha que los alérgenos son responsables del asma de su hijo, llévelo a un especialista en alergias para los exámenes y tratamientos correspondientes sobre cómo limitar la exposición del niño a los alérgenos.

Es fundamental que los niños estén protegidos contra los irritantes como el humo del tabaco, pues esto causa la irritación crónica de las vías respiratorias. Los estudios han documentado que los niños nacidos de madres fumadoras o que viven con un fumador tienen una incidencia mucho mayor de asma e infecciones respiratorias.

Basándose en los antecedentes del niño y sus síntomas, un médico debe considerar diversas condiciones además del ambiente del niño al efectuar un diagnóstico de asma.

MEDIDAS GENERALES DE CONTROL PARA ASMA

Las metas para controlar el asma infantil son:

- Controlar el asma reduciendo los factores desencadenantes ambientales, promoviendo un estilo de vida saludable con niveles adecuados de descanso, ejercicio y nutrición, asegurándose de usar el medicamento correcto.

-Promover la salud emocional para que el niño se considere a sí mismo una persona saludable, no enferma, y tenga confianza en su capacidad para enfrentar desafíos y tener éxito.

-Evitar que los síntomas afecten los niveles de energía del niño, su concentración, atención, relaciones con sus pares, actividad física y bienestar general.

-Una vez diagnosticada el asma, el médico y los padres o cuidadores del niño trabajarán con el niño en un plan de tratamiento y control eficaz. Si el niño es muy pequeño, los padres o cuidadores deben ayudar observando posibles síntomas de asma, ayudando al niño a usar un dispositivo llamado medidor de flujo máximo para medir objetivamente la facilidad o dificultad para respirar, y asegurar que el niño reciba los medicamentos adecuados cuando sean necesarios.

-Los niños mayores pueden seguir un plan de tratamiento y control por sí solos con menos supervisión. Sin embargo, si el asma de un niño se hace difícil de controlar, puede deberse a que éste requiere supervisión más cercana de los padres.

Cuando su hijo recibe el diagnóstico del asma, los padres a menudo formulan preguntas como: ¿Cuál es la evolución natural del asma? ¿Se le pasará a mi hijo una vez que crezca? ¿Mejorarán los síntomas?

Dado que el asma es una enfermedad que no sigue un curso fijo, no es posible predecir los síntomas de un niño en particular ni su avance clínico. Algunos niños tienen síntomas de asma que mejoran durante la adolescencia, mientras otros empeoran.

A menudo, los síntomas en los niños pequeños parecen resolverse, pero su asma puede reaparecer más adelante. Sin embargo, en la mayoría de los niños, puede controlarse el asma con el control y tratamiento adecuados.

Si bien el asma es una enfermedad crónica, no debe ser una enfermedad progresivamente debilitante. Un niño con asma puede tener pulmones que funcionan normal o casi normalmente con el control y los medicamentos adecuados. También es muy posible que un niño con asma tenga una resistencia normal e inclusive se destaque en los deportes: muchos atletas olímpicos tienen asma.

Los padres pueden sentir la urgencia de restringir la actividad física de su hijo asmático para evitar el silbido al respirar. Pero una vez que el niño esté tomando los medicamentos adecuados, el ejercicio aeróbico debe formar parte de sus actividades diarias, porque mejora el funcionamiento de las vías respiratorias. Debe fomentarse en los niños su participación en actividades normales tanto como sea posible.

DISPOSITIVOS Y MEDICAMENTOS

Como parte de un plan eficaz de control del asma, el médico del niño puede recetar medicamentos y dispositivos específicos. Dado que el asma es una enfermedad crónica, requiere un control continuo y tratamiento adecuado.

Estos pueden incluir un medidor de flujo máximo para medir la facilidad de respiración, inhaladores de dosis medida, espaciadores que se instalan en los inhaladores, nebulizadores que administran medicamento en forma de rocío, inhaladores de polvo seco o medicamentos orales (tabletas).

El médico no sólo debe recetar estos medicamentos y dispositivos, sino también enseñar a los niños y padres a usarlos correctamente. Los niños mayores pueden utilizar los inhaladores de dosis medida y los inhaladores de polvo seco, y pueden administrar distintos tipos de medicamentos.

Los nebulizadores son especialmente útiles para los niños pequeños o aquellos cuya asma no se controla bien con otros medicamentos.

Para el asma grave, pueden ser necesarios los medicamentos orales. Es importante que los padres tengan presente la manera en que funcionan ciertos medicamentos así como sus efectos secundarios. Por ejemplo, los medicamentos orales son más susceptibles a producir efectos secundarios que los medicamentos inhalados. Dependiendo del medicamento usado, los efectos secundarios pueden ser dolor de cabeza, temblores de las manos, dolor de estómago o cansancio (también causado por el asma nocturna).

Estos efectos secundarios pueden afectar el nivel de concentración del niño, su capacidad de escritura o aprendizaje en la escuela. Los maestros y padres deben colaborar para identificar estos síntomas. Entonces los padres pueden cooperar con el médico del niño para determinar si se necesita un cambio de medicamento o dosis. Un especialista en asma recetará el medicamento que sea mejor y más eficaz para el niño.

Es importante que el niño continúe tomando los medicamentos, según las instrucciones, aun cuando se sienta bien. Muchos deben tomarse regularmente, aun cuando no haya síntomas, para mantener el funcionamiento óptimo de las vías respiratorias.

Entre los medicamentos empleados para controlar y tratar el asma se incluyen:

1. Agentes anti-inflamatorios tales como cromolyn o nedocromil, que detienen el desarrollo de la inflamación en los pulmones, como también ayudan a prevenirla.

2. Corticosteroides (no relacionados con los esteroides de los cuales abusan algunos atletas), es un medicamento efectivo que se usa en forma inhalada (tópica) u oral (sistémica), dependiendo de la gravedad del asma

3. Broncodilatadores, generalmente usados como "medicamentos de rescate" para abrir los tubos bronquiales para que pueda fluir más aire a través de ellos. Los broncodilatadores incluyen beta-agonistas, teofilina y anticolinérgicos, además vienen en forma inhalada, tabletas, cápsulas, líquido o inyectable. El salmeterol es un broncodilatador de acción prolongada que, junto con un medicamento anti-inflamatorio, se usa para fines de mantenimiento en el control de los síntomas de asma.

4. Anti-leucotrienos, que combaten potentes agentes químicos llamados leucotrienos responsables de la inflamación de las vías respiratorias dentro del cuerpo. Estos medicamentos orales son bastante nuevos y se usan en el tratamiento del asma crónica.

Cuanto mejor informado esté usted sobre sus factores desencadenantes y el control del asma, menos síntomas de asma interferirán con sus actividades. Es importante evitar sus factores desencadenantes, trabajar con su médico para diseñar un plan de control y tomar los medicamentos adecuados recetados. Juntos, usted y su especialista en alergias, pueden cooperar para asegurar que el asma no interfiera con una óptima calidad de vida.

Uso correcto del Inhalador de Dosis Media (IDM)

Todos los inhaladores de dosis medida vienen con instrucciones, las cuales se deben seguir al pie de la letra. Los asmáticos o sus cuidadores deben solicitar al médico que lo recete, darle una demostración del uso del IDM específico. Esto debe hacerse nuevamente en la farmacia si es necesario, y la técnica debe evaluarse al efectuar visitas posteriores al doctor. Si está usando un espaciador o cámara de depósito, asegúrese de seguir las instrucciones específicas que vienen con cada cual.

Asimismo, los IDM que se usan para administrar medicamentos tales como bitolterol, pirbuterol y triamcinalona son algo diferentes de otros IDM. Para tener la certeza de usar correctamente su inhalador, solicite demostraciones específicas de todos y cada uno de los dispositivos de inhalación que deba usar.

Aunque se usan para administrar diferentes medicamentos, muchos IDM son similares. Las siguientes son las instrucciones que se aplican a muchos de estos inhaladores:

-Agite el inhalador bien inmediatamente antes de cada uso, luego quite la tapa de la boquilla. Si no está puesta la tapa, revise la abertura de la boquilla en busca de objetos extraños antes de cada uso.

-Anote las inhalaciones que tome. Algunos fabricantes incluyen una tabla para marcarlas en la hoja de instrucciones para el paciente. También hay un dispositivo disponible que se conecta al inhalador y permite a los pacientes tomar nota del número de dosis tomadas.

-En el caso de medicamentos de mantenimiento diario, divida el número de inhalaciones por envase (impreso en el envase o en la información del paciente dispensada con el medicamento) por el número de dosis tomadas cada día para calcular cuántos días más durará y cuándo debe cambiar de IDM.

-El método ampliamente usado de sumergir el inhalador en agua para ver si flota es impreciso. Deseche el envase después de haber usado el número de inhalaciones que indica la etiqueta. Después de ese punto, no puede tener la certeza de estar recibiendo la cantidad correcta de medicamento por inhalaciones.

-Pruebe el rocío del inhalador antes del uso inicial si no lo ha utilizado en un mes o más. En lo sucesivo, no es necesario hacer esto antes de cada uso.

-Exhale por la boca para vaciar los pulmones. Coloque el inhalador a 2.5 a 5 cm de la boca abierta (técnica de boca abierta).

-Presione firmemente hacia abajo y totalmente sobre la parte superior del envase de metal con el dedo índice mientras inhala profunda y lentamente por la boca.

-Después de inhalar el medicamento, continúe inhalando todo lo que pueda y procure retener el aliento durante cinco a 10 segundos para que el medicamento pueda funcionar.

-Espere 30-60 segundos y agite el inhalador nuevamente. Repita estos pasos para cada inhalación según lo recete su doctor.

-Vuelva a colocar la tapa de la boquilla después de cada uso y asegúrese de limpiar el inhalador completa y frecuentemente.

-Retire el envase de metal y limpie la carcasa y la tapa de plástico enjuagándolas totalmente en agua corriente tibia por lo menos una vez al día. (No sumerja los envases de metal que contienen cromolyn o nedocromil.)

-Después de secar totalmente la carcasa y la tapa de plástico, vuelva a colocar suavemente el envase en la carcasa con un movimiento de giro y ponga la tapa.

-Si está usando un inhalador corticosteroide, enjuáguese la boca haciendo gárgaras con agua y escupiendo después de llevar a cabo las inhalaciones.

Uso de nebulizadores

Los nebulizadores administran eficazmente los medicamentos para el asma en forma de rocío fino a través de boquillas, mediante mascarillas de tamaño diferente para ajustarse a bebés hasta adultos, o a través de tubos en T.

El medicamento nebulizado para el asma es especialmente útil en el caso de bebés, niños pequeños y algunos pacientes ancianos que no pueden usar un IDM.

Los nebulizadores también se emplean a menudo con niños mayores y adultos como terapia intensiva para ayudar a revertir los ataques agudos de asma.

Hay muchos nebulizadores en el mercado que ofrecen características como tamaño pequeño y portátil, pilas o adaptadores para usar en automóviles.

Insistimos en que es necesario recibir instrucciones adecuadas para usar el nebulizador. El personal de salud que trabaja con el médico que receta el tratamiento con nebulizador puede demostrar su uso correcto.

ASMA EN EL COLEGIO

El niño, la familia, el médico y el personal escolar deben trabajar juntos para prevenir o controlar los síntomas de asma en la escuela. Muchos niños con asma se avergüenzan de necesitar medicamento. En algunos casos, los niños pueden tener dificultades porque se les exige ir a otra parte de la escuela, como la oficina de enfermería, para tomar su medicamento.

Los funcionarios y los padres deben crear un ambiente de apoyo. Con la aprobación de médicos y padres, los niños con asma en edad escolar deben poder llevar consigo sus inhaladores de dosis medida en todo momento y usarlos según los necesiten.

Para asegurar una atención óptima en la escuela, los padres deben también tomar las siguientes medidas:

1. Informe a todo el personal correspondiente de la escuela sobre el asma del niño; reunirse con los maestros, la enfermera de la escuela, el entrenador y tal vez el rector al comenzar el año escolar.

2. Pida al doctor del niño que explique los medicamentos para el asma que debe tomar el niño y sus posibles efectos secundarios.

3. Enfatice que debe permitirse al niño tomar los medicamentos requeridos a tiempo.

4. Pídales que ayuden cuando los ataques de asma requieran tratamiento inmediato, pero que traten "normalmente" al niño con asma igual que a los demás niños.

5. Antes de que un niño con asma comience una clase de educación física, pida al doctor que escriba una carta al maestro/entrenador describiendo la naturaleza del asma inducida por el ejercicio, técnicas de prevención, señales de precaución y que explique el programa de control del asma del niño.

Dado que ciertas condiciones ambientales, como el aire frío y seco, el viento, la contaminación o los niveles de polen o moho presentes en el aire, pueden aumentar los síntomas de asma de un niño, el niño y el maestro/entrenador deben saber cuáles medicamentos administrar para prevenir el asma inducida por el ejercicio.

Para que los niños con asma funcionen normalmente, el personal escolar, las familias y los cuidadores médicos deben comunicarse eficazmente y colaborar para animarlos a participar plenamente en actividades con sus pares. Este trabajo de equipo ayudará a crear un ambiente positivo, saludable y seguro para el niño, tanto dentro como fuera de la escuela, y asegurar un cuidado óptimo.

Julio 2000

Tomado y Adaptado de la American Academy of Allergy, Asthma and Immunology - Public Patient Resource Center

Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.

Editora - Contusalud.com