ABORTO ESPONTANEO

INTRODUCCION

Un aborto espontáneo es una experiencia sumamente angustiosa y traumática. Ocurre cuando un embarazo que parecía estar desarrollándose normalmente termina de manera abrupta, dejando a la pareja emocionalmente devastada. Cerca del 15 al 20 % de los embarazos que se detectan concluye de esta manera.



DEFINICION

Un aborto es la terminación de un embarazo. Es la muerte y expulsión del feto antes de los cinco meses de embarazo, cuando el feto no está aún en condiciones de sobrevivir fuera del útero materno. Después de esta fecha, y hasta las 28 semanas de embarazo se llama parto inmaduro y parto prematuro si tiene más de 28 semanas. La mayoría de los abortos espontáneos tiene lugar durante el primer trimestre, es decir, en las primeras 12 semanas de embarazo.

Se dice que hay aborto completo cuando se expulsa con el feto la placenta y las membranas. Hay retención placentaría cuando se expulsa solamente el feto y se dice que hay restos uterinos cuando sólo se expulsa una parte del producto de la concepción. A veces es difícil distinguir realmente lo que se ha expulsado, dadas las alteraciones que sufre no sólo el feto, sino la placenta y las membranas.

Hasta el 50 por ciento de todos los embarazos puede resultar en un aborto espontáneo, ya que muchas pérdidas ocurren antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada.

CAUSAS

Se desconocen las causas exactas del aborto espontáneo. Cuando una mujer sufre un aborto espontáneo durante el primer trimestre, es muy común que su médico no pueda determinar la causa. Sin embargo, la mayoría de los abortos espontáneos ocurre cuando un embarazo no se está desarrollando normalmente y, por lo general,no hay nada que la mujer ni su médico puedan hacer para impedirlo.

Durante el Primer Trimestre:

Entre los factores que, según se ha comprobado, provocan abortos espontáneos durante el primer trimestre, el más común es una anomalía cromosómica en el feto.

Los cromosomas son las estructuras celulares diminutas con forma de filamento donde se encuentran nuestros genes, los cuales determinan todos nuestros rasgos, desde el color de los ojos hasta el funcionamiento de nuestros órganos internos.   

Cada persona tiene 23 pares de cromosomas, o 46 en total. Un cromosoma de cada par proviene del padre y el otro de la madre. Hasta el 70 por ciento de los abortos espontáneos que tienen lugar durante el primer trimestre se origina en anomalías cromosómicas del feto.

La mayoría de las anomalías cromosómicas es resultado de un óvulo o espermatozoide defectuoso. Antes del embarazo, los óvulos y espermatozoides inmaduros se dividen para formar células maduras con 23 cromosomas. A veces, una célula se divide de manera dispareja y produce óvulos o espermatozoides con cromosomas de más o de menos. Si una célula tienela cantidad incorrecta de cromosomas, el embrión tiene una anomalía cromosómica y, por lo general, se produce un aborto espontáneo.

Las anomalías cromosómicas son más comunes en las mujeres mayores de 35 años, quienes corren un riesgo mayor de aborto espontáneo que las mujeres más jóvenes. Las anomalías cromosómicas también pueden producir un “cigoto detenido”, un saco de embarazo que no contiene feto alguno, ya sea porque el embrión no se formó o porque dejó de desarrollarse muy temprano. En las primeras semanas, la mujer puede notar que sus síntomas de embarazo han desaparecido y puede tener sangrado vaginal de color marrón oscuro. Con un examen por ultrasonido podrá observarse que el saco de embarazo está vacío. Un óvulo detenido resultará en un aborto espontáneo, que a veces puede tardar varias semanas en producirse.

Dado que la espera de un aborto espontáneo es traumática, los médicos suelen recomendar vaciar el útero mediante un procedimiento llamado Dilatación y Curetaje. Este procedimiento también se recomienda después de algunos abortos espontáneos que ocurren durante el primer trimestre para prevenir la hemorragia abundante y las infecciones.

En la mayoría de los casos, cuando una mujer sufre un aborto espontáneo durante el primer trimestre de embarazo, el médico le explicará que la causa más probable fue una anomalía cromosómica. Sin embargo, hay otros factores que también pueden influir, como infecciones y problemas hormonales o de salud en la madre. Un estudio realizado recientemente descubrió que las mujeres con vaginosis bacteriana tienen una probabilidad 5 veces mayor de tener un aborto espontáneo que las mujeres no infectadas.

Los hábitos de la madre también pueden incrementar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Los resultados de varios estudios sugieren que las mujeres que consumen alcohol, fuman o utilizan drogas ilícitas corren un riesgo mayor.

Durante el Segundo Trimestre:

El aborto espontáneo durante el segundo trimestre se debe a menudo a problemas con el útero (por ejemplo, un útero de forma anormal) o a un cuello uterino debilitado que se dilata en forma prematura. Al igual que con las pérdidas que ocurren durante el primer trimestre, las infecciones maternas y las anomalías cromosómicas pueden causar abortos espontáneos un momento posterior del embarazo.

Las anomalías cromosómicas pueden ser la causa de hasta el 20 por ciento de los abortos espontáneos ocurridos durante el segundo trimestre. Estas pérdidas también pueden ser causadas por ciertos problemas inmunológicos. Entre los factores que por lo general no incrementan el riesgo de aborto espontáneo se encuentran las relaciones sexuales, el trabajo fuera de la casa (a menos que la mujer esté expuesta a productos químicos tóxicos) y el ejercicio físico.

¿Qué pruebas se realizan después de un aborto espontáneo?

Por lo general, los médicos no realizan ninguna prueba después del primer aborto espontáneo ocurrido durante el primer trimestre. No obstante, se recomienda a las mujeres conservar el tejido que eliminen durante el aborto en caso de que sea posible someterlo a pruebas para determinar si la pérdida fue causada por una anomalía cromosómica. En el caso de abortos sufridos durante el segundo trimestre, los médicos pueden recomendar la realización de pruebas, incluidos análisis de sangre, para determinar la causa.

ABORTOS RECURRENTES

Si bien generalmente el aborto espontáneo ocurre una sola vez, hasta una de cada veinte parejas experimenta dos abortos espontáneos seguidos, y una de cada cien sufre tres o más. En algunos casos, estas parejas tienen un problema subyacente que provoca estos abortos.

Las parejas que han sufrido dos o más abortos espontáneos deben someterse a una evaluación médica completa para conocer la causa de sus abortos y saber qué hacer para impedir que se produzcan más. Las pruebas pueden revelar la causa de los abortos espontáneos recurrentes en por lo menos el 75 por ciento de los casos.

En los últimos años, los médicos han ampliado notablemente sus conocimientos de las causas de los abortos espontáneos recurrentes y de cómo prevenirlos. Entre algunas de las causas conocidas más comunes se encuentran las siguientes:

Problemas cromosómicos:

Si bien los resultados de estudios anteriores sugerían que los problemas cromosómicos sólo se producían una vez, otros estudios más recientes indican que los problemas cromosómicos pueden provocar hasta el 60 por ciento de las pérdidas recurrentes de embarazos. La mayoría de las parejas que sufren abortos espontáneos recurrentes tiene cromosomas normales, pero existe una probabilidad del 5 por ciento de que alguno de los dos sea portador de una redistribución cromosómica que no afecta su propia salud pero que puede provocar redistribuciones cromosómicas en el feto y resultar en un aborto espontáneo. Se recomienda la realización de un análisis de sangre llamado cariotipo para determinar la presencia de estas redistribuciones cromosómicas.

Anomalías uterinas:

Las anomalías del útero causan entre el 10 y el 15 por ciento de los abortos espontáneos recurrentes. Estas pérdidas del embarazo pueden ocurrir en el primer o el segundo trimestre. Algunas mujeres nacen con un útero que es demasiado pequeño o cuya forma es anormal, o que se encuentra dividido en forma parcial o completa. Otras desarrollan tumores no cancerosos (fibroides) o tienen cicatrices en el útero debido a cirugías previas. Estas anomalías pueden limitar el espacio disponible para el feto en crecimiento o interferir con el abastecimiento de sangre alútero.

Las anomalías uterinas se diagnostican utilizando uno o más métodos de visualización del útero, como el ultrasonido, una radiografía del útero o una histeroscopía (la visualización del útero a través de una sonda especial introducida por el cuello uterino).

Muchos úteros pueden corregirse mediante cirugía, a veces durante el procedimiento de diagnóstico, lo cual incrementa las probabilidades de un futuro embarazo exitoso. Un cuello uterino debilitado (llamado incompetente) puede causar un aborto espontáneo, por lo general entre las semanas 16 y 18 del embarazo. A menudo es posible prevenir los abortos espontáneos recurrentes causados por un cuello uterino debilitado colocando una sutura a su alrededor al comienzo del siguiente embarazo. Este procedimiento se conoce como cerclaje.

Causas endocrinas:

Cuando las glándulas endocrinas segregan una cantidad excesiva o insuficiente de ciertas hormonas, puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Se cree que las bajas concentraciones de la hormona progesterona, que es fundamental durante la primera etapa del embarazo, provocan entre el 5 y el 40 por ciento de las pérdidas que ocurren antes de la semana 10 del embarazo. Las mujeres que tienen concentraciones bajas de progesterona durante varios ciclos menstruales seguidos tienen lo que se llama un defecto de la fase luteínica. Éste se diagnostica por medio de una biopsia del endometrio (succionando un pequeño trozo del recubrimiento uterino para determinar la concentración de progesterona) o mediante varios análisis de la concentración de progesterona en sangre.

El tratamiento con un medicamento conocido como citrato de clomifeno, con supositorios de progesterona natural o con inyecciones de gonadotropina coriónica humana pueden ayudar a prevenir otro aborto espontáneo. No obstante, los estudios no han probado aún la eficacia de estos tratamientos.

Ocasionalmente, la diabetes mal controlada o las anomalías de la tiroides pueden contribuir a la recurrencia de abortos espontáneos.

Problemas del sistema inmunológico:

Si bien todas las personas producen proteínas llamadas anticuerpos que las protegen de las infecciones, algunas producen ciertos anticuerpos (llamados autoanticuerpos) que pueden atacar sus propios tejidos y provocar una serie de problemas de salud. Algunos tipos particulares de autoanticuerpos (tales como la anticardiolipina) provocan coágulos de sangre que pueden obstruir los vasos sanguíneos de la placenta. Los resultados de varios estudios sugieren que este y otros anticuerpos relacionados (llamados anticuerpos antifosfolípidos) causan entre el 5 y el 10 por ciento de los abortos espontáneos recurrentes.

Es posible medir la concentración de anticuerpos mediante análisis de sangre especiales. El tratamiento con dosis bajas de aspirina y del anticoagulante conocido como heparina permiten el nacimiento de un bebé sano en entre el 70 y el 80 por ciento de las mujeres afectadas. Los investigadores también están estudiando otros problemas del sistema inmunológico que puedan provocar que el cuerpo de una mujer rechace su feto. Una anomalía genética denominada mutación de Leiden del factor V, que afecta la coagulación sanguínea, también puede influir en la recurrencia de las pérdidas. Los investigadores están estudiando si el tratamiento con aspirina y heparina pueden ayudar a prevenir estas pérdidas también.

Infecciones y otros factores:

Ciertas infecciones del tracto genital que no presentan síntomas juegan un papel importante en los abortos espontáneos recurrentes. Si se diagnostica una infección, la pareja recibirá tratamiento con antibióticos antes del siguiente embarazo. La exposición de la mujer embarazada o de su pareja a ciertos disolventes industriales en el trabajo puede a veces provocar un aborto espontáneo. Las parejas deben consultar a su médico acerca de los productos químicos a los que están expuestos en sus lugares de trabajo. Los resultados de un estudio sugieren que las mujeres con concentración baja de ácido fólico en sangre también se exponen a un riesgo mayor de sufrir abortos espontáneos recurrentes durante la primera etapa del embarazo.

March of Dimes recomienda a todas las mujeres que puedan quedar embarazadas tomar una multivitamina con 400 microgramos de ácido fólico a diario antes y durante las primeras semanas del embarazo para evitar ciertos defectos congénitos en el cerebro y la médula espinal. Tomar ácido fólico también pueden ayudar a prevenir los abortos espontáneos en la primera etapa del embarazo.

En aproximadamente el 25 por ciento de los casos, no es posible determinar la causa de los abortos espontáneos recurrentes. Sin embargo, las parejas en esta situación no deben perder las esperanzas: aun sin tratamiento alguno, alrededor del 60 por ciento de las mujeres que han sufrido abortos espontáneos recurrentes logra tener finalmente un embarazo saludable.

¿Cuánto tiempo lleva recuperarse de un aborto espontáneo?

La recuperación física de la mujer lleva de varias semanas a un mes o más, según la cantidad de tiempo que estuvo embarazada. Por ejemplo, algunas hormonas propias del embarazo permanecen en la sangre durante uno o dos meses después de producirse un aborto espontáneo. La mayoría de las mujeres tiene la menstruación entre cuatro y seis semanas después de un aborto espontáneo.

A menudo, la recuperación emocional lleva mucho más tiempo. Ambos miembros de la pareja pueden experimentar una intensa aflicción durante el período posterior a la pérdida. La mujer puede experimentar muchas emociones, como apatía, tristeza, culpa, dificultad para concentrarse, depresión y enojo. Es posible que ella y su pareja manejen el dolor que sienten de maneras diferentes, lo cual puede crear tensión entre ambos en el momento en que más se necesitan mutuamente. No deben dudar en solicitar a su médico que los derive a un consejero con experiencia en la asistencia a parejas luego de la pérdida de un embarazo. Muchas parejas también se benefician de la asistencia a grupos de apoyo.

¿Cuándo puede la mujer intentar quedar embarazada de nuevo?

La mujer no debe intentar quedar embarazada de nuevo hasta que esté lista física y emocionalmente y hasta que se le hayan realizado las pruebas recomendadas para determinar la causa del aborto espontáneo. Desde el punto de vista médico, se cree que para la mujer es seguro concebir un bebé después de tener un período menstrual normal (si es que no está siendo sometida a pruebas o tratamientos por causa de la pérdida de su embarazo). Sin embargo, desde el punto de vista emocional, la mujer puede necesitar más tiempo para sentirse preparada para intentar concebir otra vez.

Muchas mujeres que han experimentado abortos espontáneos tienen temor de perder el embarazo siguiente también. Afortunadamente, más del 85 por ciento de las mujeres que han tenido un aborto espontáneo tendrá un embarazo exitoso la próxima vez, al igual que el 75 por ciento de aquellas que han tenido dos o tres abortos espontáneos. Algunas mujeres deben consultar a un especialista antes de intentar quedar embarazadas.

Si una mujer ha tenido dos o más abortos espontáneos (especialmente si tiene más de 35 años de edad), o si padece una enfermedad (tal como diabetes o lupus eritematoso sistémico) que pueda afectar a su embarazo, o si ha tenido problemas de fertilidad, debe consultar a un especialista en embarazos de alto riesgo. Su médico puede derivarla al especialista adecuado en medicina maternofetal, genética o endocrinología reproductiva, quien podrá recomendarle la realización de pruebas para proporcionar el tratamiento indicado y aumentar al máximo las probabilidades de que su siguiente embarazo sea saludable.

Referencias

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"El Aborto" - Publicación del Ministerio de Salud. Departamento Educación para la Salud - Costa Rica



Febrero de 2003

Tomado del Folleto informativo de "March of Dimes"
© March of Dimes Birth Defects Foundation, 2001

Natalia Jaramillo - Enfermera Licenciada, U.J.

Editora Contusalud.com