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7
de junio, 2002 - LONDRES (Reuters) -- La lactancia
materna puede disminuir el riesgo de obesidad
infantil hasta en un 30 por ciento, dijeron
el viernes médicos escoceses. La leche
materna posee muchos nutrientes que protegen
al bebé de infecciones, alergias, vómitos
y diarreas, y puede ayudar asimismo al desarrollo
infantil. |
Los
médicos del Hospital Real de Niños
Enfermos, en Glasgow, Escocia, lograron nueva evidencia
que sustenta la teoría de que los bebes amamantados
son menos proclives a la obesidad, a medida que
crecen, que los que se alimentan con leche maternizada.
"Nuestros
hallazgos sugieren que la lactancia materna está
asociada con una modesta disminución del
riesgo de obesidad infantil", dijo John Reilly,
director del equipo de investigación.
El
impacto de la leche materna en la obesidad se evidencia
en la niñez temprana y podría tener
implicaciones para las estrategias contra la obesidad,
un trastorno que ha alcanzado proporciones epidémicas
en muchos países industrializados.
Los
niños obesos tienden a convertirse en adultos
obesos y corren un riesgo mayor de desarrollar diabetes,
cardiopatía, sufrir accidentes cerebrovasculares
y otras afecciones asociadas con la gordura.
"La
lactancia materna es, por consiguiente, potencialmente
útil para las estrategias destinadas a la
prevención de la obesidad, especialmente
por los otros beneficios que ofrece", añadió
Reilly.
En
una investigación publicada en la revista
médica The Lancet, los médicos estudiaron
el impacto de la lactancia materna en 32.000 niños
escoceses mediante la determinación del índice
de masa corporal (IMC) a los 39 y 42 meses.
El
IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos
por la estatura en metros cuadrados.
Después
de ajustar otros factores, como el peso al nacer,
el sexo y la situación socioeconómica
de los padres, los científicos descubrieron
que la obesidad fue menos frecuente entre los niños
amamantados que entre los que tomaron leche maternizada.
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